Triunfo para la comunidad LGTBQ+: Senado prohíbe las terapias de conversión.

En una histórica sesión vespertina que se extendió por más de 11 horas, el pleno del Senado de la República de México aprobó este viernes la prohibición y sanción de las terapias de conversión, una práctica ampliamente condenada por violar los derechos humanos de la comunidad LGBT+.

La iniciativa, que recibió 77 votos a favor, cuatro en contra y 15 abstenciones, busca poner fin a los llamados Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual o Identidad de Género (ECOSIG), que han sido catalogados por organizaciones internacionales como actos de tortura.

Estas terapias, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluyen prácticas violentas y coercitivas, tanto físicas como psicológicas, con el objetivo de cambiar la orientación sexual o identidad de género de las personas LGBT+.

¿Qué cambiará esta reforma?

La reforma aprobada al Código Penal Federal y la Ley General de Salud establece sanciones que van desde multas hasta penas de cárcel para quienes promuevan o practiquen estas terapias.

Esta medida representa un avance significativo en la protección de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

«Es un día de fiesta para toda la gente, para todas las personas que tienen derecho a amar a quien quieran como quieran, y no hay nadie anormal ni ninguna enfermedad en esto. Es un orgullo votar en este día», expresó la senadora Malú Micher, celebrando la aprobación de la medida.

¿Qué las terapias de conversión y por qué se prohibieron?

Según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), los ECOSIG son prácticas que buscan cambiar la orientación sexual o identidad de género de las personas LGBT+ para ajustarlas a lo que se considera «normal» o «aceptable» por la sociedad, es decir, una heterosexualidad binaria cisgénero.

Estas terapias han sido denunciadas por la comunidad LGBT+ como actos de violencia, discriminación y tortura, ya que parten de la premisa errónea de que la diversidad sexual es una enfermedad que debe ser «curada».

La ONU ha alertado que estas prácticas pueden causar profundos traumas físicos y psicológicos a quienes las sufren.

La prohibición de las terapias de conversión representa un importante paso hacia la protección de los derechos humanos y la igualdad de todas las personas, y envía un claro mensaje de rechazo a la discriminación y la violencia basada en la orientación sexual o identidad de género.

Información. Periódico Correo.

Deja un comentario