El calvario de buscar los restos de su hija asesinada.

María Suyapa tenía 13 años cuando unos pandilleros la violaron y la reclutaron. Tres años después, su madre sabe que la mataron y espera que sus huesos estén en las fosas clandestinas halladas en el norte de Honduras para darles “cristiana sepultura”.

«Ando viendo si puedo recuperar sus huesitos. Vengo a ver si me la trajeron”, dice sentada en la oficina de Medicina Forense de San Pedro Sula Nolvia, y quien por miedo usa un nombre ficticio, igual que para identificar a su hija.

Hace tres semanas las autoridades empezaron a excavar en la ladera de una colina en las afueras de esa ciudad, ubicada a 180 km de Tegucigalpa.

Agentes especiales exhumaron hasta ahora 13 osamentas de la tierra árida, entre la maleza seca por el sol inclemente de la temporada. En otra localidad cercana sacaron otra. Varias fosas clandestinas de las pandillas han sido halladas en diversos lugares.

María Suyapa, de 38 años, cuenta Nolvia, estaba en primer año de secundaria, pero, tras violarla, la obligaron a integrar una pandilla de Lomas del Carmen, una barriada de casas de concreto y hierro, con calles de cemento. “Dejó sus estudios. Se la llevaron a vivir con ellos”, lamentó.

Por eso le pide al gobierno actuar: “No puede ser que estén agarrando niñas y metiéndolas a esas bandas. Son unos niños, tienen que estudiar, tienen toda una vida por delante. Eso no puede estar pasando”, expresó.

Dos años después del rapto, a eso de las cinco de la tarde del 25 de febrero de 2023, unos pandilleros “la bajaron de un bus” y desapareció, relata Nolvia sobre la última vez que su hija fue vista con vida.

A los pocos días, integrantes de la Mara le escribieron por Facebook que “no la buscara más porque nunca la iba a hallar”. “Me dijeron que la habían matado de un tiro en la cabeza y estaba en ese cementerio clandestino”, narró.

Unos vecinos, continuó la mujer, “la vieron cuando la llevaban” a la colina a matarla, al parecer por un conflicto interno en la pandilla.

Nolvia cree que los restos de María Suyapa están en las fosas porque oyó en las noticias que un cráneo exhumado tenía un orificio de bala.

Pero el forense Vladimir Núñez explicó que “todos tienen un tiro en la cabeza” y deben hacerse pruebas “odontológicas o análisis” de ADN.

Medidas extremas

Aunque el gobierno de Xiomara Castro impuso en diciembre de 2022 un estado de excepción, intentando emular al presidente Nayib Bukele en El Salvador, mayores pandillas: la Mara Salvatrucha y Barrio 18, continúan sus crímenes relacionados a asesinatos, extorsión y drogas.

Por ello, el pasado viernes, la mandataria anunció nuevas medidas contemplan juicios masivos y la construcción de megaprisiones, acciones que en El Salvador han generado críticas de grupos de derechos humanos que alegan abusos, pero que han reducido las tasas de asesinatos en el país y le han ganado una amplia popularidad a Nayib Bukele.

El gobierno indicó que la megaprisión tendrá una capacidad para unas 20 mil personas en la zona escasamente poblada entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios.

Información. Periódico Excélsior.

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